BUENOS AIRES (Por Julio Martínez).- Los equipos grandes del fútbol argentino, a excepción de Boca, reverdercieron sus laureles durante 2014 con conquistas y triunfos que incluyeron éxitos a nivel internacional que posicionaron al fútbol criollo en lo más alto de América.
River, Racing, Independiente, San Lorenzo y Huracán se destacaron en el año, alguno más que otro, con distintos logros que sirvieron para reafirmar un buen momento futbolístico y en otros casos para recuperar la gloria perdida.
El conjunto de Núñez tuvo un año inolvidable. Inició el festejo con el torneo Final 2014 (18 de mayo), de la mano de Ramón Ángel Díaz como entrenador, y lo finalizó con la Copa Sudamericana (10 de diciembre) con Marcelo Gallardo, el sucesor del DT riojano.
De esa manera, en el primer año de Rodolfo D'Onofrio como presidente, River cortó dos rachas negativas: ganó el campeonato local tras seis años y una copa internacional luego de 17 temporadas.
Pero no solo eso, River, que inició una suerte de reconstrucción institucional y futbolística después del descenso del 26 de junio de 2011, también ganó la Superfinal (25 de mayo), ante San Lorenzo, y además en la Copa Sudamericana eliminó por primera vez mano a mano a Boca Juniors, en semifinales.
El empate sin goles en La Bombonera y el triunfo 1-0 en el Monumental quedaron registrados en la memoria del hincha riverplatense que en ocho encuentros durante el año, incluyendo amistosos, ante el rival eterno finalizó invicto.
River, bajo las órdenes de Gallardo en su debut como entrenador en la Argentina, ofreció un fútbol dinámico, agresivo y ofensivo que deslumbró a propios y extraños. Si bien, con el correr de las jornadas, entre campeonato local y Copa Sudamericana, perdió intensidad, igualmente le sirvió para apuntarse como el mejor equipo argentino del año.
El fútbol nacional no solo tuvo en River un gran representante porque San Lorenzo, por primera vez en su historia, se alzó con la Copa Libertadores, ese trofeo tan deseado en las vitrinas del club de Boedo que exhibió dudas en la fase de grupos, pero que se fortaleció a partir de octavos de final, de la mano de Edgardo Bauza, un entrenador que obtuvo el máximo certamen continental con Liga de Quito de Ecuador en 2008.
San Lorenzo, el 13 de agosto, venció en la final a Nacional de Paraguay en un estadio Nuevo Gasómetro que lució imponente y le dio el marco que necesitaba para una gesta inolvidable y largamente esperada porque hasta ese entonces era el único club grande que no había conquistado la Copa Libertadores.
La alegría de San Lorenzo se trasladó al Mundial de Clubes como el representante de América en el certamen que tuvo como máximo animador a Real Madrid de España, uno de los clubes más poderosos del mundo futbolístico, por pasado y presente.
Allí, en Marruecos, el 'Ciclón' logró una sufrida victoria ante el semiprofesional equipo de Auckland City de Nueva Zelanda (2-1), en tiempo extra por semifinales y cayó de manera inapelable contra el Real Madrid (2-0) en la definición.
Por su parte, Racing Club cerró el año con una sonrisa muy grande. El conjunto de Avellaneda aprovechó las ocupaciones de River en la Copa Sudamericana y en los últimos metros de la carrera por el campeonato ganó los últimos seis cotejos sin goles en contra, incluido el 1-0 como local ante la institución de Núñez, en la fecha 17, para vestirse como nuevo líder.
De la mano del delantero Diego Milito, que retornó luego de su exitoso periplo en Europa, el arquero Sebastián Saja, el atacante Gustavo Bou (goleador con 10 tantos) y el entrenador Diego Cocca, Racing gritó campeón el domingo 14 de diciembre, luego de 13 años, y lo festejó con su gente en el estadio Presidente Perón.
Del otro lado de la vereda, Independiente no festejó título alguno, pero retornó a la Primera que bien valió como una vuelta olímpica después de lo difícil que le resultó con un partido desempate ante Huracán, el 11 de junio, que dio fin a tanto sufrimiento deportivo.
El club de Avellaneda, que consagró a Hugo Moyano como nuevo presidente, peleó hasta las últimas fechas el Campeonato de Primera División, donde contabilizó 33 unidades, y tuvo al volante Federico Mancuello como figura a través de su despliegue y los 10 goles que anotó en el certamen.
Huracán, que no juega en la máxima categoría del fútbol argentino desde 2011, tuvo su revancha el día que Racing se consagró campeón: accedió al desempate, luego de la igualdad de puntos en el quinto puesto del grupo B del torneo B Nacional, y goleó a Atlético por 4-1 en Mendoza para concretar el ansiado retorno.
El 'Globo', que también fue campeón de la Copa Argentina y cortó así una racha de 41 años sin títulos, cerró también un año para no olvidar a pesar de algunos momentos difíciles como la renuncia del entrenador Frank Kudelka y la derrota ante Independiente para el ascenso a Primera.
A la fiesta de los equipos grandes del fútbol argentino no asistió Boca, que intentará olvidar rápidamente el segundo período consecutivo de frustraciones. El club 'xeneize', que entre 2000 y 2011 se acostumbró a ganar campeonatos locales e internacionales de manera seguida, sufrió el alejamiento de Carlos Bianchi, el entrenador más ganador de su historia, y sumó el adiós del crack y figura Juan Román Riquelme que mudó su talento a Argentinos, por diferencias con la dirigencia.
El año 2014, recordado también por el subcampeonato del seleccionado de Alejandro Sabella en el Mundial Brasil, fue muy bueno para el fútbol argentino. No solo porque los torneos ofrecieron buen juego en varios y repetidos tramos, con definiciones cargadas de emoción, sino porque además la mayoría de los clubes grandes retomaron protagonismo a nivel local e internacional. (Télam)